Este mes, el somelier recomienda...
Un espumoso, un blanco y un tinto que no te dejarán indiferente
Lo natural es quererlos todos...
Una locura que es cordura, una cordura que suelta el alma (…)
Si hemos de ser francos, les diré que adoro los vinos blancos. Ese frescor, esa fruta, ese color y como se disfruta (…)
El rosado lo tengo algo olvidado, no porque no sea de mi agrado, sino por falta de costumbre.
Me ha enamorado siempre que lo he probado. Será cuestión de tenerlo presente.»
(Anónima)